La andadura de este proyecto piloto comenzó en 2010, y desde entonces los pasos que ha ido dando son muy firmes. El Servicio de Mediación Intrajudicial, como se llama el proyecto, nació para intentar disminuir el atasco terrible que sufre la Justicia. Además, en los últimos años, debido a la crisis, el colapso lo han sufrido sobre todo los Jugados de lo Social, donde van a parar todos los temas laborales, de despidos y ERE.

Y a esto se añaden muchos otros asuntos más pequeños, que provocan que la carga de trabajo ha sido brutal para los jueces que se dedican a esta parte de la Justicia. El Servicio de Mediación, que dirige la magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) Rosario García Álvarez, y que coordina la abogada Ilaria Infante, acaba de cumplir dos años.

Este servicio, que es totalmente gratuito, ha conseguido llegar a mucha gente en los últimos tiempos, con la colaboración de una decena de juzgados de lo Social, que han visto en el proyecto una oportunidad de impartir Justicia de diferente manera.

"En diciembre de 2011 se firmó el acuerdo entre el Consejo General del Poder judicial y la Fundación de Derechos Civiles para abrir el Servicio de Mediación", recuerda Rosario García, que tomó la idea en parte de una iniciativa que llevan haciendo años en los juzgados de San Francisco (EEUU).

Pero, ¿qué beneficios aporta esto a los que litigan en un caso de lo Social? "Para empezar", explican Rosario e Ilaria, "cuando se interpone una demanda en lo Social se puede conseguir fecha de juicio para dentro de uno o dos años, y este servicio no tarda más de 15 días desde que las partes lo conocen en concertar una cita para intentar llegar a un acuerdo".

Además, según los expertos, el futuro de la Justicia pasa por la mediación, es decir, por llegar a acuerdos previos, con asesoramiento de abogados, sin tener que pelearse en un juicio.

Este servicio está asesorado por una docena de mediadores, todos abogados, que hacen el imprescindible enlace entre las partes. Además, optar a la mediación no paraliza en absoluto el proceso, por lo que en el fondo no se pierde nada por intentarlo.

El trámite que se realiza, según la magistrada, es así: "Lo primero que es necesario es que exista una demanda. Después, el juzgado al que le haya tocado envía una hoja informativa sobre este servicio a las partes implicadas junto con la citación para el juicio. A partir de ahí, si alguna de las partes quiere solicitar la mediación, empezamos nosotros a trabajar".

No siempre las partes quieren llegar a un acuerdo previo, pero en este servicio han comprobado que los que lo intentan salen siempre satisfechos. Ha habido varios casos (el más reciente el del ERE del grupo de comunicación Intereconomía), que gracias a la mediación al final ni siquiera llegan al juicio, y se obtiene una solución que satisface a todos con más rapidez que si esperan a los tribunales.

El caso de Intereconomía

Por otro lado, desde hace años existe ya el Servicio de Mediación y Arbitraje y Conciliación (SMAC), pero no puede hacerse cargo de todos los casos, ni ofrece la mediación personalizada que en la actualidad sí tiene el proyecto piloto. El SMAC en realidad comprueba si las partes han llegado a un acuerdo entre ellas, pero le faltan medios para dedicarse a cada caso con un mediador.

Si el Servicio de Mediación Intrajudicial consigue que las partes lleguen a un acuerdo, las partes implicadas tienen dos opciones: que se anule el juicio y el acuerdo se convierta en un contrato privado, o esperar a que se celebre el juicio, pero ese mismo día se incorpore el acuerdo al procedimiento y se convierta en la sentencia del caso.

"También es posible dejar cerradas algunas partes jurídicas del caso, aunque no sea al completo, y así conseguir que el juicio sea sólo sobre algunos aspectos de la demanda", relata Rosario. Sin embargo, lo más difícil, como reconocen la coordinadora y la directora del servicio, "es traer a las partes a la mesa d